Quizás esta pequeña y antigua reflexión, que no es convencional pero si personal- te ayude a entender. Quizás te haga desistir de ello para siempre!
Jindama, Ismo y yo mismo.
1. Donde se reconoce el problema.
Estoy hastiado de tanto "déjà vu"; estoy cansado de tantos sueños recurrentes, de los iconos y la charlatanería. Soy YO, médico de máquinas y demiurgo de mi ínfimo mundo. Las filosofías del ayer parecen no funcionar ahora. Es difícil no engañarse. Me busco fuera y dentro de mí, sé que no poseo todas las respuestas pero en este momento no pretendo saberlas. Mañana llegará el día en que me sienta nuevamente pleno por alguna reminiscencia de libertad y pensaré que valió la pena soportarlo todo. Hoy, como casi siempre, estoy hastiado. Cierro los ojos, quisiera borrarme del mundo. La cotidianeidad y la falta de ideas me dejan sin fuerzas. Nada hay que me alerte a no perder la cara, el cuerpo y mucho menos el alma; por esta vez, ha ganado un sueño poco profundo.
2. Donde se desea la prueba para la eficiencia de nuevos métodos.
Mí arma más grande: ínfimo ser, me auto-aniquila. Para bailar la JINDAMA y salir entero es necesario estar loco y soportarlo todo. Es difícil vivir en este mundo, por eso nos inventamos las mentiras, que forman parte, también, de nuestra libertad. La filosofía unitaria mengua, la popular crece.
En la calle el sol ha salido y se respira una aire de pureza. No se percibe un solo rastro de oscuridad. Siento como si me faltara el aire, pues la luz falsa que se levanta no hace las veces de purificar mi alma. No he perdido mi cuerpo, no he perdido mi alma; pero estoy solo, borrado e impotente. En qué he fallado? Son los planos correctos los que utilizo para dirigir mi maquinaria humana?
3. Donde se reconoce al hemiciclo: Morir-Nacer.
ISMO hace su aparición en mi, erguido, sabiéndose pleno de sabiduría en cuanto al todo y a la nada. Todo se lo ha llevado la Ola de Boga, el gran solitón; no soy lo suficiente visionario para observarlo. Después de una sobre exposición, siento como si muriera, pero no soy yo, es el ser ácrata que me deja. Espero no engañarme nuevamente. ISMO, el ser contrario a lo estipulado, se alegra de verme. Me cuenta que me ha ido sumamente bien, pues mi forma cambiante parece adaptarse a cualquier situación. Cuenta que al ser anterior a mí le desgajaron el cuero, dejando solo su esqueleto, boca arriba, sujeto a tierra; con grilletes en manos y pies.
4. Donde se encuentra la nueva forma.
Siento un frío que me cala los huesos pues el nuevo ser que manda en mí se me asemeja. Se le ve bañado, peinado y hasta sonríe. Por supuesto que no soy yo, es alguien más destructor y fantasioso que se me parece. ISMO me sonríe nuevamente. –No es la maquinaria, sino quien crea los planos– sonríe y calla. En mi sensorial infimidad, sé que soy YO, el verdadero. Me acerco al espejo “mi” emulada silueta; para notar sus costuras de piel sobrepuesta, pero todo está perfectamente maquillado. No se le descubre nada a excepción de sus ojos. Detrás, se alcanza a percibir unas cuencas marcadas; se divisa un contorno carnoso. No pudieron unir sobre la piel a unos ojos que miran hacia afuera, emitiendo luz sobre los párpados.
Hoy he perdido mi rostro en el espejo –es difícil observarse uno mismo de frente–. Hay un vacío donde antes había cara; el vacío se asemeja al que observo detrás de mí, en el espejo mismo. Hay una ventana detrás; en ella veo un universo que se extiende largo a una distancia tal, que ni siquiera yo comprendo. He visto en la gente superior, a la misma que en la inferior. Nadie tiene a su alcance sino las mismas cosas que el más pequeño. Cualquiera puede llegar a entrevistarse con uno mismo en sus meditaciones. No hay abuso de poder en esos niveles. Te percatas que la distancia de su espalda hasta el universo mismo –“donde depositado lo cierto está”– es la misma que la de uno mismo; que las dudas en ese ser terrenal son las de uno mismo.
NOTAS MARGINALES
Paseando por su pequeño laboratorio mental, este químico de las ideas, este teórico de las gravitaciones semánticas, está sentado mirando absorto en sus imaginaciones una probeta con el título de "corrupción del tiempo en la imaginación concreta". Esta empecinado en extraer la sustancia tónica, sintetizarla de la raíz del conocimiento, para formar la vacuna. Pero sabe que no hay forma de alcanzar mañana. Con tristeza, intenta despedirse de su probeta y de su sueño, su ideal, obstruyendo el paso a otro nivel de crecimiento y aniquilado maquinarias, manufacturando egoísmo tras la búsqueda de la parafernalia que posea el movimiento infinito de este universo inmenso. A tales cosas parece conformarse con solo amoldar a ellas, su “maquinaria imperfecta”.
Nota curiosa:
Una "horrorosa" copia de este escrito
aquí