Un hotel, uno normal, tres estrellas quizás, en una ciudad indeterminada, pero definitivamente una capital. Me encuentro ahí con una mujer conocida. La tengo que proteger. Tengo un chaleco antibalas, un rifle de asalto moderno y en general parecía equipado para guerra. De repente, una escuadra de atacantes uniformados como SWAT, pero sin símbolos, empezaron a atacarnos.
Varias ondas de atacantes, en grupos de a 4, nos atacaron. En la tercera onda, ella empezó a insinuarse sexualmente a mi. Diciendo que teníamos que aprovechar la situación. Yo insistía en que no, que primero teníamos que deshacernos de los asesinos. Abandoné el lugar y me fuí a la habitación contigua, solitaria, excepto por un laptop.
El maldito laptop estaba encendido, su webcam apuntaba a mi y un software en él detectó mi movimiento. La alerta hizo que 3 SWATs entraran por la ventana. Me enfrenté a ellos, pero perdí mi rifle. Retrocedí y regresé a la habitación de la mujer. Ella tenía una katana muy linda, estilo Lucy Liu en Kill Bill. La tomé y entré sigiloso a donde los SWAT. Poco a poco y con total silencio, maté a los tres con la espada.
Pero al asesinarlos, vi veinte más bajando por cuerdas a la ventana. No había forma de ganar. Le dije a la mujer que apenas saliera yo, corriera, que se salvara. Corrí con toda mi fuerza a la ventana, salté, me llevé a 4 de los SWAT y caí veinte pisos al vacío.
Morí junto con los cuatro SWAT, pero desearía que con mi muerte acabara la historia.
¡Me levanté del suelo y noté que era un zombie! Pensé que era una mierda estar así, pero que por lo menos podría vengarme de los SWAT. Desde el primer piso se notaba que eran muchos a la entrada del hotel. Ellos me disparaban, la policia me disparaba, la gente normal corría aterrada de mi y de los cuatro SWAT que también eran zombies ahora. Empecé a atacarlos a todos. Comía SWATs malos, comía niños... de hecho le mordí las nalgas a un caballo blanco también. Y veía otros muertos, otros zombies.
La vi a ella, convertida en zombie. Me lamenté por su muerte, pero por lo menos me acompañaría. Grité y noté que con mi grito excitaba más a los zombies a mi alrededor y hacía que asesinaran a más gente. La gran mayoría de SWATs de negro murieron. Yo, en mi estado zombie, tomé la pistola de uno de ellos y noté que tenía una mira nueva, de tipo triangular. Ella la vio y me dijo "Es una lastima que el socialismo no permita que la ciencia avance"
Y me desperté.