Existen cuatro versiones de “el grito”, dos de sus versiones del cuadro se encuentran en el museo Munch, en Oslo, la versión más famosa del cuadro se encuentra en la galería nacional de Oslo, fue pintado en el año 1893, mientras que la cuarta versión se encuentra en una colección particular.
Es tan tortuosa la historia que hay detrás de este cuadro, como los trazos que la componen.
Todas las obras de Munch, son un perfecto reflejo de una tortuosa vida, que fue marcada por su niñez. Tuvo un padre muy severo y dominador, obsesionado con sus ideas religiosas no le puso las cosas fáciles. Eso sumado que a la edad de 5 años vio morir a su madre y a la edad de sus 15 años perdió también a su hermana por una enfermedad llamada tuberculosis. A raíz de todos esos acontecimientos nació la personalidad pesimista y desequilibrada del pintor, pero era un trastorno que el mismo consideraba como la base de su genio, ya que todos esos sentimientos los reflejo a lo largo de su vida en sus obras.
Esta obra la expuso por primera vez en el año de 1893. Al público en ese momento no le agrado el arte que expresaba Munch y lo calificó como un arte demente. Pero más adelante la obra comenzó a tener los méritos que merecía, a pesar de que el régimen nazi prohibiera su arte, ya que lo consideraban un autor degenerado.
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