Sabéis que fui de viaje de vacaciones con un grupo de amigos y la pasamos muy bien. Nos quedamos en casa de un amigo que vive allá y empezamos a disfrutar de la ciudad. En la noche fue que decidimos salir hacia el casino. Allá apostamos y apostamos, casi lo perdemos todo a tal punto de casi quedar en banca rota. Pero, en una de las últimas apuestas que hice recuperé mi inversión y la de todos mis amigos, creo que todo esto nos sucedió porque fue tanta la emoción de ver las máquinas recreativas que nos enloquecimos, hasta tal punto que uno de mis amigos estaba haciendo la venta maquina recreativa a uno de los encargados porque la quería comprar. En verdad fueron unas vacaciones muy locas.