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Nngel caido, alma marchita de la oscuridad maestro siniestro de la sombra y la maldad guíame hacia el infierno eterno del que escapo muestrame la muerte inminente, mantenme vivo en su regazo Llevame a las costas del abismo en donde la oscuridad no termina en donde la luz envenena la auscencia en donde la muerte no es sinónimo de tragedia Ahora telares de sangre abruman mi cuerpo y mi alma enfermiza no es mas que un recuerdo, junto con las incandescentes sombras que imploran tu reino agonizando te comtemplo murmurando junto a mi reflejo: "Existo sin tener que vivir Vivo sin tener que morir Muero sin tener que existir" Tus sabias y frías palabras no entiendo pero tu sombra me cita mi futuro incierto sin embargo, eso no importa matame ahora privame de mi vida para despertar en otra...
nop, aun no sirve
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provando hacia lo ancho BlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBlaBla
Si sirve
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Prueba maxima, escribiré mucho texto Némesis "Era la diosa de la venganza y ejecutora de la llamada justicia divina, se vengaba en nombre de los dioses de todas aquellas personas que no hubieran recibido castigo por parte de la justicia humana. Era una mensajera divina que atacaba en su nombre a los pecadores de soberbia y altivez y a los transgresores de la ley. La representan con alas como forma de indicar que el castigo sigue rápidamente al crimen que lo llama. Lleva una lanza y una copa de licor para fortalecer las virtudes y está cubierta con un velo con el que indica que la venganza de los cielos es impenetrable y llega de improviso ante los criminales. Su nombre significa "la que distribuye conforme al reparto establecido". Castiga sobretodo la desmesura: Sus sanciones tienen la intención de dejar en claro a los hombres que debido a su condición humana no pueden ser excesivamente afortunados, ni deben trastocar con sus actos ya sean buenos o malos el equilibrio universal." Estabamos a 31 de Diciembre de un año que ya no importa. Hace bastante tiempo se venía anunciando que el fin del mundo estaba cerca, y que el Apocalipsis bíblico sería cumplido ese mismo año del que hago alusión. Sin embargo, así como tantos años se venían anunciando falsos Apocalipsis, la humanidad pensaba que sería eterna y ya no tomaban conciencia de los malos presagios. Los científicos que aparecían en la televisión decían que, efectivamente, pasaría cerca de nosotros un cuerpo celeste, pero que no era razón para perder la calma, ya que no chocaría aquí. Yo en aquellos tiempos tendría unos 17 años, y la verdad es que tampoco me interesaba lo que anunciaban esos evangélicos o los científicos... Pensaba que también sería eterna, pero de un modo distinto al que los demás lo asociaban. Aquel día fue Sábado, estaba en mi casa oyendo música a todo volumen, haciendo caso omiso a mi madre que chillaba para que apagara la radio con toda esa música que ella llamaba "satánica", pero ¿Qué era lo "satánico"? ¿Algo malo? ¿Qué no es igual a cualquier otra creencia? En fin, tales reflexiones no me ayudaban a hacer cambiar de parecer a mi madre... Después de un rato, tuve que apagar la máquina, y metí el cassette que oía en un bolsillo del pantalón, antes de que mi madre estallara en histeria. Salí un rato de la casa a tomar aire fresco. Al cabo de unos minutos, paseando cerca de un almacén, percibí un olor a Azufre en el ambiente; un olor sofocante, desagradable... Me tapé con mi chaleco la nariz y seguí caminando. Extrañamente, la gente no sentía ese aroma demoníaco. No se cubrían la nariz y simplemente, caminaban como si fuera el más lindo de los días; conversaban, gritaban, reían... Reían... La vida era tan injusta... En ese aspecto, me sentía poco valorada, sin contar que mi envidia hacia esas personas que eran felices, aunque fuera por unos instantes, me producía dolores de cabeza incontrolables. De todas formas, sabía que en algún momento ellos también estaban tan tristes como yo... Sin tristezas, no hay felicidad, pero si puede haber tristeza, sin felicidad. Raro ¿No es así?. No pude resistir más ese olor y me devolví a la casa. Fue en ese trayecto que me tropecé, y por el susto, miré al cielo. Éste estaba oscuro, como si estuviera a punto de llover. Unas nubes negras, no grises, sino negras, como el carbón, dibujaban todo el firmamento, además de unas pequeñas partículas que se apreciaban en el aire, lograban hacer llorar mis ojos. Allí me di cuenta, que la gente comenzó a taparse la nariz y a llorar por el ardor de sus ojos. Vi gente corriendo en todas direcciones, otros vacilando sin saber cómo reaccionar, y otros que miraban los televisores de las tiendas o escuchaban la radio para saber que era lo que estaba pasando. Fue que uno de ellos, comenzó a gritar "¡Se aproxima el cometa! ¡Se aproxima el cometa!". Ello fue seguido por un alarido de horror y desencadenando el desenfreno de las bestias pensantes. Temí que me atropellaran, así que trepé como pude a un árbol cercano, sin pensar que me partiría las manos, pero el miedo que sentí en el momento, me hizo reaccionar sin meditar otra solución. Un gentío enorme se aproximó corriendo despavoridamente en dirección al Sur... Venían de todas partes y no alcanzaba a diferenciar entre toda esa masa rosada. Estaba buscando entre toda la muchedumbre a mi madre, quien me preocupaba de sobremanera que hubiera sido aplastada por alguien en su desesperación de huir de lo que venía. Ahora, ¿Qué venía? No lo sabía con certeza... Como la gente huía al Sur, deduje que algo se aproximaba desde el Norte, o quizás desde el Este, ya que no se dirigían a las playas, pero ¿De qué se trataba? ¿El cometa, acaso? ¿Una nube de polvo? ¿Una tormenta?... La primera oleada de gente había desaparecido, así que me bajé del árbol y comencé a caminar. Mis manos me dolían, y las rodillas también. Pensé en correr como los demás, mas me sentí estúpida imaginando escapar hacia un lugar indeterminado sin certeza de qué huía. Observé en el suelo que había una radio botada, así que la tomé y comencé a sintonizar alguna estación, pero al parecer, hasta las emisoras habían cerrado. Nadie quería seguir trabajando en estos momentos. Así como las estaciones de radio, la televisión no transmitía señales, los negocios estaban abiertos y desiertos. Entonces, observé que venía desde el Norte una segunda oleada de personas. Se aproximaban a mí, corriendo lo más rápido que podían... Me pegué lo más cerca que pude a una muralla, para evitar un desastre. Ahí pude apreciar de cerca cómo el ser humano, en los momentos críticos, piensa en su propio pellejo únicamente. Un anciano había caído a unos metros cerca de mí, pero nadie pensó en él. Simplemente lo pisotearon como una alfombra de lujo, mientras el hombre chillaba de dolor. Vi como un muchacho descarado le piso el estómago y luego la cabeza sin siquiera pensarlo dos veces. No soporté la escena y me puse a correr para alejarme... Grave error, ya no podía detenerme, la masa me arrastraba hacia un lugar y si trataba de desviarme, de seguro terminaría muerta a pisotazos. Algunas personas pasaban empujándome o apretándome. Otros me insultaban con cosas como "¡Por tu puta vida, mueve tu culo más rápido!", pero no podía hacerlo, estaba tomándome el tiempo para mirar a todos lados y encontrar a mi madre. Finalmente, me cansé de correr y viré a un callejón sin salida. Allí pude descansar un rato y dejar pasar a la manada. Una vez que pasaran, salí de ahí y pude ver el Apocalipsis frente a mis ojos: En el Norte, se podía apreciar una gran nube roja que resaltaba bastante de las demás negras, era inmensa, interminable, se estaba comiendo el resto de las nubes, se aproximaba hacia donde estaba yo a paso raudo. Debo confesar que me aterroricé. Un pequeño viento helado me recorrió de pies a cabeza. Una lágrima salió de mi ojo derecho, las manos me dejaron de doler, y sentí que me desmayaría. Dejé de pensar en mi madre, sabía que todos los que huían o no huían morirían de igual forma. Ahora entendía porqué ninguna cadena de televisión ni de radio funcionaban. De seguro más al Norte, toda la gente estaría muerta. Por un momento, mi cerebro pensó en los otros países de América: "Gringolandia" quizá ya estaría hecha polvo, México de seguro no existía... Y ¿Qué decir de los países que se encontraban en la mitad del mundo? Perdidos... Las esperanzas de encontrar a mi madre se habían perdido... Quizá estaba en la casa cuando el fuego la pulverizó y la convirtió en un esqueleto. Lo único que hice fue entonces darle la espalda a la marea de fuego y mirar la radio que había encontrado. Abrí su compuerta y metí el cassette casero de mis grupos "satánicos". Así, seguí caminando tarareando las bellas melodías que invadían mi ser, haciéndome olvidar todo. Por un instante pude sonreír. Nuevas masas de gente aparecían detrás de mí atropellándome, empujándome, huyendo. Me sentí Dios, viendo desde su trono como las criaturas trataban de alejarse de lo que es inevitable. Al fin pude ver que la infelicidad era ahora equitativa para todos. De eso gozaba, de eso reí... De eso me burlé. Sentí que a mis espaldas las personas estaban siendo consumidas por el calor. Escuche entre mi música, pequeños llantos y gritos de la carne de se estaba quemando afuera de mi entorno. Se acercaba mi final... Se acercaba mi principio. Némesis venía a cobrar venganza a todos por igual. Miss Matanza 1
Lo siento F, por fastidiar tu DB, pero pues es la seccion de pruebas y pues hago el reporte de que a mi en Mozilla/5.0 (Windows; U; Windows NT 5.1; es-AR; rv:1.7.
Gecko/20050511 Firefox/1.0.4 no sirvio el scroll hacia abajo, o hay que definirlo?. 
