LOS ANGELES, Chile (Reuters) - El presidente de Chile, Ricardo Lagos, confirmó el viernes el hallazgo de 14 cadáveres de un total de 41 soldados desaparecidos tras una fuerte tempestad de nieve en la zona sur de la Cordillera de los Andes y decretó un duelo nacional de tres días.
Lagos ratificó así las pocas expectativas que mantiene el ejército de encontrar más efectivos con vida, después del desastre ocurrido el miércoles, en la zona volcánica de Antuco, unos 500 kilómetros al sur de la capital chilena.
"Van 13 cuerpos camino (al refugio cordillerano) La Cortina y no sabemos su identidad, y tampoco se corresponden a los otros cuatro cadáveres que se habían mencionado," dijo Lagos, emocionado, a los periodistas.
"Queda mucho por hacer. Es doloroso para todos... hay también responsabilidades... lo importante es como somos capaces de evitar estas cosas," agregó el mandatario desde la casa de gobierno de la ciudad costera de Viña del Mar.
La tragedia se inició cuando un grupo 433 efectivos, la mayoría de ellos con apenas un mes de instrucción y menos de 20 años de edad, inició un entrenamiento regular y fue sorprendido por una tormenta de nieve de una magnitud no vista en 30 años.
La angustia de las familias de los conscriptos, agrupados hace tres días en un gimnasio en la sureña ciudad de Los Angeles, se desbordó tras la confirmación de los fallecidos.
"¡Por qué nos tuvieron aquí tres días para decirnos que estaba muerto!," gritó una mujer y familiar de uno las víctimas, aludiendo a la poca comunicación del ejército en los días anteriores.
Poco antes de que hablara Lagos, el jefe del ejército chileno, Juan Cheyre, ordenó relevar a varios oficiales por su responsabilidad en esta tragedia.
"Aquí hay una responsabilidad de mando en haber hecho una marcha que nunca debería haberse hecho en las condiciones de clima que se vivían," admitió Cheyre .
Cheyre, quien se trasladó en helicóptero a la zona del desastre, dijo a los periodistas que inició una causa judicial civil y una investigación militar para determinar las negligencias de la rama castrense.
"Hemos evacuado al (único) conscripto (identificado). Su nombre es José Bustamante. Lo vestí personalmente (en la precordillera), con gran dolor, pero con la seguridad que no vamos a descansar hasta lograr que el máximo (número de militares) salga con vida," dijo Cheyre.
TENSA ESPERA
La impotencia de las familias de los conscriptos -que estaban realizando el servicio militar obligatorio- aumentó después de que el ejército reconoció que sólo una pequeña parte de los soldados llevaba la indumentaria requerida para soportar el frío de las montañas.
"Ya no nos queda fuerza para más dolor, más angustia y más desesperanza," dijo a la televisión local la madre de uno de los conscriptos.
De hecho, de los militares que están aún desaparecidos, 40 son soldados sin instrucción y sólo un sargento estaría con ellos.
Las labores de búsqueda por tierra fueron abordadas con maquinaria pesada y motos de nieve. Sin embargo, la persistente ventisca dificultaba la búsqueda por aire y el lanzamiento de raciones de comida y combustible para los sobrevivientes que se encuentran en refugios.
Familiares enardecidos irrumpieron incluso contra instalaciones del ejército en donde aguardan por información, rompiendo puertas y cristales, a pesar de la intervención de médicos y sicólogos que intentan prestarles ayuda.
Según reportes de radioemisoras locales, varios aviones lograron divisar algunas carpas en la montaña y en el bosque durante un corto período en que las condiciones permitieron el despegue de aeronaves.
INDUMENTARIA INADECUADA
Algunos de los soldados sorprendidos por un temporal del llamado "viento blanco," que impide la visibilidad incluso a 10 centímetros de distancia, fueron mostrados por la televisión local sin ropas especiales y abrigados con frazadas.
Familiares de las víctimas de la tempestad de nieve han dicho que ellos mismos compraron parte de la indumentaria que el ejército les pedía a los nuevos reclutas y que incluía láminas de plástico.
"Nosotros mismos nos gastamos 50.000 pesos (unos 85 dólares) para comprarle las cosas que le pidieron: el plástico, el saco (bolsa de dormir)," dijo un acongojado anciano cuyo hijo no figuraba en las listas de los cientos de soldados que escaparon de la tormenta.
En una conferencia de prensa, el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, reconoció que los soldados tenían equipamiento para la montaña, pero no para enfrentar un temporal de nieve, excepto un grupo que recibía capacitación específica para este tipo de clima.
Expertos en andinismo han dicho que sólo es posible sobrevivir a tan extremas condiciones con ropa y zapatos impermeables.
"Los chiquillos (los conscriptos) no andaban ni siquiera con ropa de combate. Algunos andaban solamente con chalequitos de lana," dijo Margarita Henríquez, madre de un desaparecido, a la televisión chilena.
Fuente mi condolencia a todos los chilenos